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Cristal de Bohemia, Más de siete siglos adornando el mundo
Como el tañer de una suave campana es el sonido del Cristal de Bohemia, como una canción de Joaquín Sabina que te invita a pisar firme sobre lo auténtico y hermoso. Hoy nos acercaremos a este cristal, ya considerado antiguo porque su fabricación data de finales del siglo XIII. A pesar de ello no tuvo reconocimiento y aceptación generalizada hasta finales del siglo XVI.
Debe su nombre precisamente al sitio donde se fabrica, en Bohemia y además en Silesia, en Checoslovaquia. La propia industria que los fabrica ha sufrido sus altibajos, pero ha sobrevivido a eventos importantes como la Segunda Guerra Mundial y ha resurgido como el Fénix, siendo el más importante y exquisito exponente de la cristalería mundial.
La técnica y el vidrio nos permiten apreciar tallados profundos de gran belleza, materializados lo mismo en candelabros, centros de mesa, jarrones, así como en lámparas, apliques, arañas de estilos fantásticos, copas, vasos, botellas, frascos, bomboneras, jaboneras, joyas, campanillas y otros cientos de objetos aporte la imaginación.
Es un material fabricado de manera artesanal por los maestros vidrieros, una práctica que como ya aclaramos, tiene más de siete siglos de existencia, además de la perfección del cristal, su belleza y singularidad.
Es muy demandado, por eso algunos fabricantes han querido imitarlo. A pesar de ello hay algunas características que los distinguen del resto, te las enumeramos a continuación.
¿Cómo reconocer el Cristal de Bohemia?
Este tipo de cristal se puede reconocer muy fácil. Su transparencia extrema, el brillo y la ausencia matices grises o amarillos lo facilitan. Si eres de los amantes de la cristalería y ahora deseas optar por este refinado material, te ayudaremos en el empeño de reconocerlo sin mayores complicaciones.
Para ello te daremos cinco características esenciales: composición, técnica, color, pureza y sonoridad.
Composición
Según establecen los protocolos de su fabricación, el cristal de Bohemia, debe contener como mínimo un 24% de óxido de plomo (PbO). Esto, al analizarse desde el punto de vista técnico, aumenta el índice de refracción de la materia prima.
Para entenderlo mejor en palabras más cercanas a nuestro vocabulario se traduce en lo siguiente: al exponer la pieza a la luz, ésta se divida en múltiples matices, como un prisma. La luz se dispersa y alcanza un brillo que no puede ser imitado por ningún fabricante.
Técnica: cristal soplado
Todas las piezas fabricadas con este material están sopladas a boca por los maestros artesanos y talladas a mano. Se dice que para finalizar una copa, el artesano pude tardar un día completo. Es una técnica difícil que requiere precisión, arte y empeño.
Color
Otra característica que lo define es su incoloridad. Podría pensarse otra cosa, pero no, el cristal de Bohemia no tiene propensión a ningún color, es pureza en sí mismo.
Si fuésemos a otorgarle algún color, diríamos entonces que su color es neutro y translucido y que no tiene ningún matiz, ni amarillos, ni azules, ni grises.
Pureza
Singular también resulta la pureza que alcanza el material. Las copas, por ejemplo, no contienen impurezas en los dos tercios superiores del vaso. Se aclara que sí podría tener alguna que otra burbuja, esto debido a que todo el trabajo se hace a mano. Esta característica le otorga más autenticidad y califican a cada pieza como única e irrepetible.
Sonido
A pesar de que todos los patrones anteriores definen al Cristal de Bohemia, una de las más singulares, es sin dudas, su sonido. Pero el que emita el sonido característico dependerá de la cantidad de masa y de la forma en la que esté soplado el artículo.
Si el cristal es grueso y su forma es de cono invertido, vibrará menos, pero si la copa es delgada y su vaso es cóncavo, se mantendrá el sonido más prolongado.
Algunas piezas fabricadas con Cristal de Bohemia
El hecho de ser piezas artesanales por completo otorgan al cristal un valor incalculable. Así del soplado y tallado profundo salen disímiles artículos con diferentes fines.
Entre los más usuales están las copas, los candelabros, lámparas y apliques.
También pueden encontrarse centros de mesa, jarrones, vasos, botellas, y frascos. Nada despreciables resultan otros de uso más personalizado como las bomboneras, jaboneras, joyas y campanillas.
Todo depende de la imaginación y el arte que sale de una técnica que mantiene vigencia a pesar de las nuevas tecnologías.
¿Cómo limpiar las copas hechas con Cristal de Bohemia?
Esta es una interrogante que podrían hacerse muchos y que tiende a confundir. Si es un cristal tan exclusivo y único ¿debemos limpiarlo del modo convencional? La respuesta es sí, podemos utilizar métodos caseros para hacerlo sin dañar el material.
Un truco antiguo
La primera recomendación es utilizar vapor de agua. Pones al fuego una olla con agua. Cuando comience a vaporizar, expones la copa a este vapor, siempre en tu mano, teniendo cuidado de no quemarte.
Cuando este nublada por completo, comienza a frotar con fuerza con un paño seco y blanco. Esta sencilla receta te devolverá una copa lustrada y libre de manchas incrustadas.
Pasta de dientes
La pasta dental es otra de las opciones. Espárcela de manera uniforme por sobre todo el cristal y localiza fundamentalmente las zonas donde tenga manchas. Ayúdate con un cepillo de dientes y frota suave pero firme hasta que desaparezcan.
Luego utiliza agua para aclarar y seca con paño limpio, teniendo en cuenta que el material del paño debe ser de microfibra y así evitaremos dañar el cristal.
Vinagre
El vinagre es otra de las sustancias más comunes para eliminar impurezas. En este propósito utiliza dos cucharadas y viértelas sobre el paño de microfibra. Frota fuerte sobre el cristal, prestando especial cuidado con las zonas que tengan manchas. Al concluir, enjuaga con agua caliente.
Este truco puede hacerse además en el lavavajillas. Colocas en él cerca de 200 mililitros de vinagre en la parte inferior y las copas en la parte superior. Cuando concluya el ciclo, no puedes olvidar abrir el lavavajillas. Se recomienda siempre secar con paño de microfibra.
La receta más sencilla puede ser la eficaz
En ocasiones las recetas más simples podrían ofrecernos los mejores resultados. Por eso te añadimos esta que resulta la clásica para limpiar cristales. Agua tibia, jabón neutro y una esponja es todo lo que vas a necesitar.
Primero enjuaga la copa con agua tibia. Luego esparce el jabón neutro en su interior, rellena con el agua tibia y sujetando por el soporte o base frota toda la copa, girando con cuidado para que no resbale y se rompa. Enjuaga con cuidado y si así lo deseas añade unas gotas de vinagre para dar acabado.
Cristal de Bohemia, muy apreciado por los coleccionistas.
Este material resulta muy apreciado por el público todo y en específico por los coleccionistas ¿A quién no le gustaría brindar en ocasiones especiales en una copa hecha con el Cristal de Bohemia? ¿Será solo capricho o un lujo necesario?
Estas interrogantes se han respondido a lo largo de este artículo. Si llegaste hasta esta línea descubriste paso a paso su historia, características más importantes y cómo mantener limpias tus piezas hechas de este material.
Y es todo en su conjunto lo que lo hace tan especial y distinguible, pero sobre todo sus características muy propias, su antigüedad y el hecho de haber sido usado por los más grandes monarcas de los últimos siglos. Si deseas incorporarte al grupo de personas que aman y coleccionan el Cristal de Bohemia, tienes aquí la información necesaria en tu propósito.
